Mindfulness es una palabra de moda. Pero… ¿sabemos realmente qué es?
Mindfulness es un vivir en el presente. Sin culpa por el pasado ni preocupaciones por el futuro. Es un vivir instante a instante. Desde allí podemos tomar decisiones mucho más claras sobre nuestra vida personal y profesional.
La vida solo ocurre aquí, en este preciso instante. Mañana y ayer no son más que un pensamiento.
A partir de diferentes técnicas y ejercicios se explica cómo apaciguar la mente progresivamente y fomentar tu felicidad y tu satisfacción mediante Mindfulness.
¿Quieres saber más? Te invito a leer este artículo:
Su traducción es Atención Consciente o Atención Plena. Es una práctica en la que tomamos conciencia de las distintas facetas de nuestra experiencia en el momento presente.
Mindfulness son un conjunto de prácticas que han sido conceptualizadas como habilidades psicológicas (curativas y/o reparadoras) que pueden ser entrenadas para reducir el estrés y consolidar una mayor visión personal que amplíe y mejore nuestro autoconocimiento.
Podemos aprender a ser conscientes de cómo nos movemos, cómo nos sentimos (tanto física como emocionalmente), y cómo respondemos o reaccionamos ante cada momento de la vida. Esta cualidad de conciencia es la base de toda vida creativa, ya que nos permite ser honestos, pragmáticos, despiertos, valientes, y vivir con un sentido profundo de iniciativa.
Y cuando eres más creativo:
- tomas mejor tus decisiones,
- gestionas mejor los estados emocionales,
- cultivas una actitud más resiliente, más ecuánime en el trabajo
Desde un punto de vista psicológico, Mindfulness se ha despojado de toda referencia religiosa y se entiende como una habilidad psicológica que consta de 2 elementos centrales:
- la regulación de la Atención, centrada en la experiencia presente.
- apertura y aceptación de la experiencia presente, independientemente de nuestra valoración positiva o negativa.
Aunque estas dos capacidades están presentes en todos nosotros, la aceleración del ritmo de vida actual, ayudado por el uso de las nuevas tecnologías, favorece a la:
- dispersión de la atención
- y al alejamiento de la experiencia del momento presente.
Practicar Mindfulness es conducir, de manera regular, una atención tranquila al instante presente. Esta actitud aparentemente tan sencilla, puede modificar nuestra relación con el mundo de una manera radical.
Pero ojo, muchas veces confudimos Mindfulness con otras cosas…
Lo que no es Mindfulness
• No es una técnica de Relajación El buscar la relajación lo que hace al final es que por el proceso de habituación cada vez necesitemos más tiempo para que el resultado sea el mismo. Lo que queremos es una atención sostenida y alerta.
• Dejar la mente en blanco No se trata de no pensar en nada si no de observar nuestros contenidos mentales sin que nos perturben Lo que hacemos es atender a un estímulo, la respiración, la brisa del aire, sensaciones internas. Nos centramos en el estímulo para darnos cuenta de cuando lo dejamos y ahí lo que se pretende es ver a dónde va nuestra atención.
• No alivia el dolor de forma inmediata No se trata de suprimir el dolor o ansiedad y que desaparezca. El dolor no se puede evitar pero sí vivirlo de otra manera. Todo lo que miras de frente se minimiza.
• No es una técnica de control mental Puedo pensar lo que quiera y cuando quiera, puedo sentir lo que quiera. No es así. Sirve para gestionar mejor las situaciones en las que te encuentras. No puedo decidir lo que va a haber.
• No es suprimir emociones y pensamientos sino aceptarlas y tratarlas con bondad De hecho es observar los pensamientos y las emociones. Podemos decidir si nos enganchamos a ellos. Aparecer, aparecerán.
• No es una terapia en sí misma Hay personas a las que les puede ayudar mucho incluso teniendo un equilibrio personal a mejorar y estar más satisfechos. El trabajo terapéutico implica mucho más (creencias, valores, habilidades sociales, etc).
• Es una práctica laica Proviene del budismo como filosofía. Es compatible con cualquier religión o creencia. No se busca una connotación religiosa sino, que se basa en la técnica.
Jon Kabat-Zinn, el padre del Mindfulness, nos indica que existen dos formas complementarias de practicar
Mindfulness:
La práctica formal
La práctica formal de la meditación supone reservar algo de tiempo para ir al “gimnasio mental”, dejar un poco de tiempo cada día para sentarnos a meditar tranquilamente. Se pueden usar muchos tipos de meditación. Normalmente consiste en escoger un objeto de atención, como por ejemplo la respiración u otra sensación y volver nuestra atención hacia ese objeto cada vez que la mente intente divagar.
Es el tiempo dedicado a la Meditación
Este tipo de meditación de la plena conciencia formal podemos practicarlo en cuatro posturas distintas: sentados, de pie, caminando y tumbados.
La práctica informal
La práctica informal de la plena conciencia consiste en que nos acordemos a lo largo del día de prestar atención a todo lo que ocurra en cada momento.
Significa poner la atención en la sensación de andar cuando estamos andando, en el sabor de la comida cuando estamos comiendo y en las nubes y los árboles cuando vamos caminando.
Puedes empezar con la práctica informal en: La cola del supermercado, esperando en un semáforo, mientras tomas un baño, cuando acaricias a tu mascota…. Hay un universo de oportunidades
Los últimos estudios científicos demuestran que la práctica de este tipo de entrenamientos basados en técnicas de relajación y meditación produce cambios significativos en la estructura cerebral:
“Tras tres meses dedicando unos 10 minutos diarios al ‘Mindfulness’ se aprecian modificaciones en las áreas que regulan las emociones, que se traducen en un mejor control de ellas y una mayor sensación de bienestar”.
Te invito a que la pongas en práctica y me expliques qué te sucede…¡Estaré encantada de escucharte!